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la cara oscura de la luna

de la sexualidad de las personas

Llevo mucho tiempo queriendo hablar del tema, pero por una cosa u otra no he tenido últimamente el tiempo necesario como para poder explicarme correctamente, y ha sido por un artículo de Lucía Etxebarria, en el que me he sentido obligada a opinar, por el que tengo un poco la historia contada y ordenada en mi cabeza.

Nunca pensé en escribir mi blog sólo sobre ello, y no lo voy a hacer, pero es una parte importante de mi vida, que hace que piense y me comporte de determinada manera, y además como bien dice el primer blog de acuarelacool: la visibilidad importa, y es cierto, hay mucha gente que se cree que de lo que no se habla no existe y yo existo (porque pienso, luego me rallo).

Yo siempre he sabido que me gustaban las chicas, pese a que nunca supiese que me “podían” gustar. Mis padres son muy liberales, pero aún así no me explicaron de pequeña que había gente homosexual, ni mucho menos bisexual. Tuve que descubrir muchos años más tarde que me había enamorado de mi mejor amiga sin saber haber sabido qué eso era estar enamorada, porque una no se enamoraba de sus amigas, sólo se era amiga (años más tarde sí hemos estado juntas, pese a no ser una relación estable, ya que cada una tenemos una vida totalmente independiente, en ciudades distintas, y yo, en las relaciones a distancia, no he creído hasta ahora, pero seguimos siendo geniales amigas, algún día pasará algo más… espero).

De todas formas, no sé si gracias o no a que mis padres y la sociedad me ocultasen eso, también me gustaron los chicos, aunque me fijaba en otras chicas que conocía, sintiendo que me gustaría ser amigas suyas, porque eso era lo único que se podía querer de ellas.

Ya más mayor (con 16 años, más o menos) supe que eso que me pasaba a mí le pasaba a más gente, y alguna vez hablé con alguna amiga o con algún novio contándoles que me atraían las mujeres, pero la verdad es que no era capaz de saber explicarlo del todo, ni de mantener grandes conversaciones sobre el tema. Años más tarde, han sido esas 2 personas probablemente las que mejor han reaccionado, o de las que más me ha gustado su reacción, cuando les he contado abiertamente que era bisexual, y que había estado con chicas.

Hoy por hoy mis amigos lo saben, aunque es cierto que no es lo primero que cuento de mí, como tampoco cuento mis ideas políticas o si soy religiosa o no, aunque ninguna de las 3 cosas tengo inconvenientes en contarlas si sale la conversación.

Mis padres no lo saben, aunque mi padre lo sospecha, pero no lo quieren saber. No lo oculto más de lo que oculto que tengo novio (chico) o que me he enrollado con alguien, es decir, puede no apetecerme contarlo, o sí, depende de la persona con la que esté y si me apetece hablar del tema o no.

Quiero escribir este artículo porque no me gusta que muchos homosexuales no acepten a los bisexuales diciendo que no nos decidimos o que vamos a casarnos con una persona del sexo opuesto y a vivir tradicionalmente con la excusa de nuestra bisexualidad. Yo siempre he sabido que me gustan las mujeres, aunque no supiese que me “podían” gustar, pero cuando lo he descubierto y he estado con chicas no creo que me vayan a dejar de gustar los chicos, si me han gustado, y bastante, hasta ahora. Lo tengo claro, siempre lo he tenido, así que sí que me he decidido. Pero no por ello voy a ocultar que me gustan las chicas, no lo he hecho y no lo voy a hacer. No voy a dejar de defender los derechos de los homo/bisexuales (al igual que de las mujeres, o de los inmigrantes) en ninguna conversación, sea con la gente que sea, puede que haya gente a la que no le cuente que me acuesto con chicas, igual que no me siento obligada a contarle a esa gente que me acuesto con chicos. A los que le cuento lo uno les cuento lo otro.

Me gustan las chicas por que su cuerpo es mucho más bonito que el de los chicos, y me atrae mucho más y me llama mucho más la atención. Me gustan porque me gustan sus ideas, me gusta más hablar con mujeres, me gusta más leer a mujeres, me gusta más su forma de ver la vida, me gusta más Almudena Grandes y Lucía Etxebarria, aunque también me gusten Dumas, Camus, Marsé, Andreu Martín o Terenci Moix. Y casi todos los blogs que leo son de mujeres.

Pero también me gustan lo chicos, me gusta su olor por lo menos tanto como el de las mujeres, no me disgustan sus cuerpos, aunque probablemente no los definiría como bellos, me gusta hablar con ellos y me he enamorado de chicos.

Me gusta la escala Kinsey de la bisexualidad y me gusta la frase de la película de Martin Hache en la que Dante le dice a Hache que a él le seducen las mentes, no los cuerpos, de los hombres y de las mujeres, ¡que hay que follar con las mentes!

1 comentario

Aisha -

Me encanta este artículo, me he sentido bastante identificada, sobre todo en estas frses: "Me gustan porque me gustan sus ideas, me gusta más hablar con mujeres, me gusta más leer a mujeres, me gusta más su forma de ver la vida" Precisamente este fin de semana he decidido no engañarme más y aceptar todo esto.
Por cierto he leido hoy tu comentario sobre la universidad, muchas gracias auqnue no lo creas me ayuda :o)