Blogia

la cara oscura de la luna

qué hacer

¿Qué haces cuando crees que tu pareja no te gusta tanto como debería? ¿lo dejas? ¿aunque sí que te guste algo?

¿Qué haces cuando no puedes hablar de casi nada porque la mayoría de los temas personales son tabú? ¿y cuando sólo puedes hablar si está algo borracho? ¿y si aún así te gusta? ¿y si no te preocupa demasiado lo que no cuente porque confías en él?

¿Qué pasa si nunca está atento a tus problemas, si les quita importancia? ¿y si no tiene capacidad de decisión para ponerse a resolver los suyos propios? ¿es problema suyo? Tú con tus problemas te llevas adaptando solita toda la vida, porqué no podría ser igual ahora... y él con los suyos ya sabrá cómo hacerlo, no vas a estar tú empujándolo continuamente.

Al fin y al cabo a ti te gusta, no puedes estar evaluando pros y contras, se supone que te gusta, no que te conviene, ni te interesa.

Ya, pero que no sólo no sea más feliz con él, sino que me plantee que igual son más infeliz, puede ser un problema a solucionar, y uno que yo solita no tenía.

tomando un nuevo rumbo

Escuchando: la chica de ayer, de Nacha Pop

Finalmente se iban a vivir juntos, a casa de Irene, mañana ella tendría nuevo compañero de piso... y de cama. Le hacía ilusión la idea, inexplicablemente porque nunca le había apetecido comprometerse hasta ese punto con nadie, y porque no sabía porqué, pero Rodrigo no era una persona especial, sí lo era en el sentido de que le gustaba y estaba bien con él, pero en ningún momento sintió una emoción inexplicable por verle, ni con él se le pasaban las horas volando, ni podía hablar con él de ciertos temas, ni conocía la mitad de su pasado, ni era cariñoso, ni se sentía cómoda siéndolo ella, ninguno de los dos estaba enamorado, y los dos lo sabían, ninguno había propuesto monogamia, y los dos decían que no la querían, y ella sabía que de verdad ella no la quería. Pero llevaban bastante tiempo juntos, compartiendo cama varios días a la semana, y era una persona tranquila, de convivencia fácil. Pero no es normal estar haciendo una lista de pros y contras de tu novio, no son cosas que se hagan por interés, sino por lo que sientes, y además se quería ir a vivir con él.

Estaba recogiendo la casa, quitando objetos que igual no tenía mucho sentido seguir conservando, y menos cuando esa casa iba a recibir muchas cosas más. Ordenando armarios y quitando ropa, quitando cosas de las estanterías de la casa, colocando los libros para hacer más sitio, tirando revistas viejas. Al fin y al cabo mañana empezaba el primer día de su nueva vida.

naranja - rojo

Escuchando all the things you said...

Me: morena de piel clara y pelo corto

Ma: rubia, de pelo larguísimo, y rasgos dulces 

Me sube las escaleras corriendo, con decisión, no se cansa, pero resopla, son varios pisos, y al llegar arriba llama a la puerta y le abre Ma con cara de sorpresa y alegría. Cuando Ma se acerca para darle los dos besos de rigor, Me se le adelanta, le acaricia la cara mientras le aparta el pelo, y le hace cosquillas en el cuello, y le da sólo uno, suave, rozándole apenas los labios con los suyos. Ma, sonriente, le coge de la mano y tira de ella para dentro, al tiempo que se acerca a sus labios. Vuelven a besarse, mientras Ma cierra la puerta y aplasta a Me contra ella, se besan con suavidad, con dulzura, con pasión, con deseo... Y se meten en un torbellino de sensaciones en el que todo lo ven de naranja y rojo, creciendo y explotando en mil pedacitos que vuelven a crecer...

el amor y yo: etapas 5 y 6

Me equivocaba en que el amor tenía que ser tranquilo, el amor que yo acababa de vivir era perfecto, como de película de niñas buenas, pero yo no soy una niña buena, así que eso no me podía convencer mucho. Ahí empezó una etapa en la que me busqué constantemente, empecé a ver la vida de otra manera, a probar mil cosas y estilos, incluso a escuchar otra música. Estuvo repleta de pasiones y de ideales, todo lo que hice lo hice hasta el fondo, y me lié con Tío_creyéndose_duro, y fue una etapa de amor-odio, de sentimientos enormes pero encontrados.

Empezamos a lo tonto, pero encajamos genial y eso fue durando. Y yo estaba genial, rebosante de energía, con el mejor sexo de mi vida, con una persona con la que podía hablar de todo, en profundidad, como a mí me gusta, con la que se podía pensar sobre el sentido de la vida, del amor, de la familia, de la política, de la filosofía, de la religión, del sexo... éramos muy parecidos en ese aspecto, y nos entendíamos genial, todas las cosas que a mí me gustan y me parecen importantes también lo eran para él, pero la otra cara de la moneda era que los defectos que yo tengo él los aumenteba, si yo soy orgullosa, él más, si yo soy egocéntrica, él más..y podría seguir así hasta el infinito. Incluso muchos defectos que yo habría jurado que nunca había tenido, estando al lado de él los exageraba, así que creí que de él no podía aprender nada, que esa sería una etapa de mi vida vacía, y lo peor es que lo estuve pensando durante bastante tiempo después. Porque eran geniales los momentos que teníamos cuando estábamos bien, pero cuando estábamos mal estábamos fatal. Aún así los momentos malos fueron menos, fueron poquísimos, ahora lo miro y pienso que podrían haber pasado desapercibidos, si no hubiese llegado mi hermana ese año a vivir conmigo.

Mi hermana es un poco como Reina, la de Malena es un nombre de tango. Siempre se enamora de alguien que le conviene, sabe barajar pros y contras y decidir que con Fulanito no se lía, y hacerlo, tiene una idea de lo que está bien y lo que está mal, perfectamente mantenida con ideas bastante convencionales (dentro de la idea de que mi familia es tirando a liberal), que no le va a cambiar nadie, y tiene una facilidad pasmosa para dictar sentencias lapidantes. No tiene sangre en las venas. Y decidió que ese tío era un gilipollas, que no sabía que hacía yo con él. Y me hizo dudar hasta que me tambaleé y me caí. Yo había tenido mis dudas, por eso de que creía que era demasiado violenta nuestra historia (ahora la llamaría apasionada) y no estaba segura de hacer lo correcto, acostumbrada como yo estaba a un amor tranquilo, y cuando ella me empujó decidí que no podía seguir así, y empecé a discutir con él por todo, todos sus argumentos yo me los tomaba como insultos personales, hasta que empezaron de verdad a serlo, porque él, evidentemente, no pudo seguir a gusto con la historia que yo me estaba montando.

Lo dejamos, pero nuestra pasión fue más fuerte y volvimos, con unos de los mejores días de mi vida, con toda la ilusión de empezar de nuevo, con los besos más auténticos que he tenido nunca, pero nuestra primera discusión fue horrible y lo volvimos a dejar, llevándonos fatal.

Y yo acabé decepcionada de la vida, que tuve que volver a ir descubriendo poco a poco, porque al principio la veía insípida, después de la explosión de sabores que acababa de probar y saborear. Pero me fui despertando, tras pasar por un tío que me ilusionó, y tras estar con Voler (mi ex) que me decepcionó de tranquilidad y vida estándar. Y así he llegado hasta la etapa en la que estoy, la final, de momento, en la que sé que me gustan las historias apasionadas, que daría lo que fuese por volver a encontrarme un hombre de verdad, como él, o una mujer, alguien que sepa reconocer sus sentimientos, que los tenga, y que sean apasionados, no me gusta discutir, pero lo prefiero a no hablar, no quiero alguien que piense como yo en todo, pero no quiero no saber qué piensa, quiero alguien que sea capaz de analizarlo y explicármelo. No quiero una persona adicta al sexo, pero tampoco a alguien que folle por salud, uno los sábados. No quiero a alguien pegajoso, pero sí alguien que sepa demostrar cariño. En resumen, no quiero a alguien que pasa por esta vida como si estuviese de paseo, no, quiero a alguien que se implique.

Me voy a liar con quien me de la gana. Me voy a acostar con la persona que me atraiga, con la que me acabo de liar, porque puede ser la adecuada, porque va a ser la adecuada, en la primera noche. Voy a saltarme las normas a la torera, porque yo ya sé hacerme las mías propias. Voy a tener muchos rollos hasta descubrir a esa persona que, después de follar locamente, va a ser (voy a ser) cariñosa y nos vamos a poner a charlar, de nosotros/as, de nuestros sentimientos, de nuestra visión de la vida, para rematarlo follando de nuevo, y luego ya, poder dormir. Sólo quiero eso, y vivir.

Nota 1: en este artículo antiguo también hablaba sobre la 5ª etapa: http://lacaraoscuradelaluna.blogia.com/2006/032101-oscuridad.php#comentarios

Nota 2: quiero añadir el trozo de "Malena es un nombre de tango" donde Reina le dice que Agustín es un chulo, donde las mujeres del norte han hablado, pero he prestado el libro a una amiga, así que ya lo pondré otro día.

nota

Me he abierto una cuenta passport de messenger con la dirección de gmail que aparece en mi perfil, así que si alguien quiere charlar alguna vez un rato, que me incluya en contactos. No suelo estar conectada muy a menudo pero voy a intentar estarlo más.

No dejéis de leer la 4ª etapa, que es preciosa.

Anotación: si alguien me añade, que me deje un comentario diciéndome quién es, ¿vale? a no ser que su mail no deje lugar a dudas, claro...

el amor y yo: etapa 4

Escuchando "no estoy segura", de Rosana.

Yo llegué a Madrid en una época relativamente relajada de mi vida sentimental. Me dediqué a conocer gente, y a disfrutar, no ligué mucho, pero lo justo, y fue ahí cuando conocía a GranAmor. Al principio era amigo mío, pero un día nos liamos, y resultó que nos iba muy bien, y seguimos. Unos meses después yo empecé a ser consciente de que volvía a estar receptiva para el amor, no sé cómo lo supe, pero siempre me pasa así, sé en qué épocas no me enamoraría ni aunque me pusiesen a la persona perfecta delante, y en cuáles me enamoraría de cualquiera con la que tuviese cierta comprenetración, así que, como todo siguió yendo bien, me enamoré de él. De momento es la última persona de la que me he enamorado en mi vida.

Yo redescubrí el amor, me di cuenta de que no hacía falta que el amor fuese doloroso, sino que podía ser relajado, dulce, feliz, tranquilo... Vivía en una nube, estaba enamorada, me encantaba mi chico, estábamos bien, tenía ganas de verle y de hablar con él a menudo, aún así manteníamos una gran independencia cada uno, y los dos estábamos enamorados del otro, ¿qué más se puede pedir? Yo creía que nada, de hecho en ese momento alguna vez pensé que eso podría ser para toda la vida, y no me daba ninguna pena pensar que él era el primer y último chico con el que me iba a acostar, ni pensaba que por salir con él me fuese a perder otras cosas de esta vida. Era feliz y estaba relajada. Yo, que nunca he asociado estabilidad con felicidad.

Estábamos tan bien que podíamos bailar sin música, suena supercursi, pero era así. Era un amor de película pero real. Hicimos todas las cosas que se hacen cuando te enamoras, fuimos de vacaciones, a ver su ciudad, hicimos el amor en la playa, en la tienda de campaña, nos decíamos cada vez que nos veíamos lo enamorados que estábamos. Fuimos al cine, al teatro, salimos a cenar, a ver conciertos de música clásica y de rock, paseamos por el jardín botánico, íbamos de botellón y luego o podíamos quedarnos de juerga bailando con los amigos, o volvíamos abrazados a casa después de una noche superromántica. Me hace gracia cuando hablo de mis teorías del amor y hay gente que me dice que eso es porque yo nunca lo he sentido. No sé si mucha gente habrá tenido la suerte de encontrarse una pareja perfecta tan adecuada a él como GranAmor a mí. Fue maravilloso. Pero sólo fue.

Unos meses después la cosa cambió, no sabría decir porqué, pero cambió. Me desenamoré, el gran dilema de mi vida, si el amor se pasa, lo descubrí, la respuesta es afirmativa, y muy triste. No lo entendía, no podía ser verdad, si estábamos genial y no había pasado nada como para cambiar eso, pero yo ya no lo sentía así. Tenía dudas y le preguntaba a él si se había desenamorado de mí, y él me decía que no,  y entonces yo me preguntaba porqué yo de él sí.

En estas estábamos cuando llegó el verano. Me fui a casa de mis padres y una noche me encontré con un viejo amigo y me lié con él. No estuve ni un minuto así y paré y se lo conté todo. Y a los pocos días, en cuanto pude hablar con él, a mi novio. Y no pasó nada, no se enfadó demasiado, de hecho respiró tranquilo creyendo que yo le iba a contar que tenía una enfermedad grave, pero me dijo que yo le había decepcionado, y mi única respuesta posible fue: más me he decepcionado a mí. Y era verdad, sé que todo el mundo cuando le digo que lo pasé peor yo que él se ríe irónicamente, pero es cierto, él confiaba en mí, sabía que yo había parado a tiempo, sabía que eso no es tan grave, pero yo no me lo podía creer. Nunca le había puesto los cuernos a nadie, ni siendo lo que podríamos llamar una persona promiscua, si tenía un compromiso lo cumplía, pero no sé porqué esa vez no lo cumplí. Aún así no pasó nada, seguimos saliendo, pero yo viví en un infierno, me sentía culpable por haberle puesto los cuernos y tenía miedo de no controlarme y volvérselos a poner. Fue en esa temporada cuando empecé a reconocer totalmente mi bisexualidad y tenía ganas de estar con chicas, así que no podía seguir con él para toda la vida. Ese sueño ya se había roto. Y me sentía más culpable todavía por no seguir enamorada, ¿dónde había olvidado perdido lo que yo sentía por él?

Volví a pasar una temporada horrible, estaba terriblemente confundida, no podía levantarme de la cama por las mañanas, no tenía fuerzas. Me sentaba a estudiar y era totalmente incapaz de concentrarme. Y un día me fui de una clase, llorando, camino a su casa para darle una carta que le había escrito, diciéndole que no podía seguir con él, que lo estaba pasando fatal intentando sentir algo que hacia tiempo  que no sentía, que me había desenamorado, que lo sentía muchísimo pero que era así, y no podía para de llorar mientras se lo contaba, ni casi ahora al recordarlo. (la canción de Rosana lo describe perfectamente)

Aún así seguíamos intentándolo, él era la persona que yo más quería, y él decía lo mismo de mí, pero sólo conseguimos hacernos más y más daño. De ahí saqué la conclusión de que el amor existe, pero caduca, un buen día estás tan tranquila y te preguntas dónde escondiste todos esos sentimientos, que ahora ya no los encuentras. Pero también aprendí que el amor puede ser tranquilo, que puede ser inmensamente feliz y que enamoramiento no es sinónimo de sufrimiento, sólo acaban igual, pero que te quiten lo bailado. Aprendí que no es necesario sufrir, que no hay que tenerle miedo. Que no hay que volverse de acero para superarlo, que puede que se te pase antes de que se le pase al otro, que nunca se sabe. Como ya dije una vez, no hay que tener miedo de subirse a lo alto de una montaña, porque nadie te dice si el lado de bajada es un precipicio o es una bajada suave, igual que no hay que tenérselo a andar recto, aunque te puedes caer igual si donde deberías dar el siguiente paso hay un acantilado.

Ahí aprendí a sentir. Aprendí que yo era muy independiente como para que me gustasen demasiado las relaciones serias, pero podía vivirlas intensamente, aprendí que me gustaban los rollos, pero no esos rollos donde yo me molestaba en no sentir para tener siempre la sensación de tener el control (porque no es más que una sensación, no sabes si va a haber un acantilado). Aprendí que, aunque la hay, muy poca gente es fiel, si no soy capaz de serlo yo, que era la persona más seria, con más sentido del honor y el orgullo que conocía. Aprendí que la gente te quiere de verdad, sabe perdonar errores, pero no siempre tú te quieres más de lo que te quieren los demás. Aprendí que cuando no quieres a alguien no le quieres, y por más que te esfuerces lo único que puedes conseguir es odiarle por sus mil pequeñitos defectos. Aprendí mucho, casi todo lo que soy ahora. Si no fuese porque me esperaba el amor demasiado tranquilo, y no quería sobresaltos, ya sólo quedaría un etapa en vez de dos, pero también me equivoqué en eso...

el amor y yo, etapa 3 y transición a la 4º

Me gustó mucho Drácula, y me podría haber gustado más, pero se fue, exactamente en la misma fecha, dos años después de Vampiro, y yo no confiaba en el amor, pero además me habían dejado de llenar los rollos, cuando conocí a Celoso, un chico de mi clase, con el que me lié justo en el fin de semana en el que Drácula vino a verme, sin haberme avisado. Fue una mierda de fin de semana, y al final seguí liándome con Celoso, que me acorraló totalmente hasta que estuve saliendo con él, y empezó a comportarse como su nombre indica.

La verdad es que ese año lo pasé bastante mal, yo no quería estar con él, me agobiaba mucho, no me dejaba ni un minuto tranquila, además de verle en el instituto, me tenía que acompañar a casa, al conservatorio, llamarme todas las tardes, y eso, para una persona tan independiente como yo, es parecido a una muerte lenta y agonizante. Yo intentaba dejarle, pero se me echaba a llorar, o amenazaba con suicidarse, y eso cuando yo me atrevía a decírselo, porque la mayor parte de las veces no era así, sólo de pensarlo me sentía culpable, porque todo el mundo me decía cuánto me quería ese chico, y no hubo nadie, nadie, que en ningún momento me dijese pasa de él, o te trata fatal, ni nada parecido, sino todo lo contrario. Y yo me sentía fatal cada vez que era consciente de que a mí no me gustaba seguir con él. Además, por otro lado, me sentía mal al pensar que porqué no me gustaba eso, si esa era la relación normal, con una persona que está todo el día preocupada por ti, que se supone que es lo que hay que hacer en esta vida, pero aunque me intentaa convencer no lograba creérmelo. Y pensaba que al fin y al cabo no podía ser peor que cuando yo estaba hecha una cabeza loca y salía a ligar por ahí, ¿por qué no leería yo Malena antes?

Al final, tras muchos meses de lloros y discusiones, y un abuso sexual, que él justificaba con lo mucho que me quería, lo acabamos dejando. Lo pasé algo mal, él me había ahogado y ya casi no tenía amigos, porque cuando estuve saliendo con él casi no podía quedar con nadie más, no tenía tiempo y además él se enfadaba. Y estuve una temporada que casi no quería salir de casa, y cuando empecé a hacerlo tuve suerte, porque ligué un montón, sin buscarlo, y me sirvió para subirme la moral, que la tenía por los suelos.

Un tiempo después empecé a salir con Choco, con quien había estado bastante tiempo manteniendo una relación de rollos esporádicos, y estuve genial, es una persona maravillosa, de las que más cariño tengo en esta vida, y me da mucha pena, porque ahora casi no nos podemos ver, la vida nos ha separado, físicamente, mucho. Y aquí empezó una época más tranquila, con una compenetración increíble entre los dos, pero siempre fue alguien de quien, pese a atraerme mucho y caerme genial, sabía que no me iba a poder enamorar, además estando genial con él, y esto me hacía estar más tranquila, y confiada, no era una relación sosa, porque no lo era, pero tampoco iba a ser peligrosa, que de eso ya había tenido bastante.

La relación con él se acabó cuando me fui a vivir a Madrid, los dos sabíamos que se iba a acabar entonces, y a mí, el tener ese final ahí también me daba confianza, no quería pensar en estar mucho tiempo con nadie, me asustaba muchísimo esa posibilidad, pero eso cambió en mi 4ª etapa.

una noche de viernes

Iba a colgar la 3ª etapa, pero con esto de que blogia ha estado funcionando mal... Y al final ayer me pasaron muchas cosas, mis etapas con el amor van a tener que esperar, pero será lo siguiente que cuelgue, cuando blogia me deje...

Y es que mi noche de ayer fue, cuanto menos, curiosa. Quedé con Zaza para tomar algo, se pasó por mi casa, y al final se quedó mi compañero de piso Chulo con nosotras, y luego nos fuimos con él, quien había quedado con Greve. Así que me encontré con que estaba con los dos, Zaza y Greve, en el mismo bar, en el mismo grupo durante toda la noche, y con que estaba también Otratía. Yo, al principio estaba bastante convencida de que ayer era lo noche ideal para intentar algo con Zaza, que lleva unos días muy pendiente de mí, pero según fueron pasando las horas, y los tíos que intentaban ligar con ella, a los que ella les seguía un ratito el rollo, me empecé a acojonar y a pensar que igual yo no le gustaba y eran sólo imaginaciones mías.

A mitad de la noche decidí lanzarme, un poquito, y le pregunté si no se había planteado alguna vez si le podían gustar las tías, y me dijo que sí, y que había tenido alguna experiencia ya. Yo no me podía creer mi suerte, pero por otro lado, el que la última vez que hablamos de ello, cuando yo le dije que yo era bisexual, que no me dijese nada... y unido a alguna mentira extraña que le he pillado alguna vez, me hizo desconfiar un poquito, pero por lo menos significaba que podía haber algo entre nosotas. El caso es que cuando ya tenía mil tíos alrededor coincidió que Greve me empezó a entrar, y me dejé llevar y me fui con él a casa.

Me lo he pasado genial con él, hacía varios años que no tenía tanto sexo, y de tanta calidad, en una sola noche. Y además hemos estado mucho rato hablando y me ha encantado, yo creí que era un "niño bueno", y me he encontrado con que no, con que es del tipo "niño travieso", los que a mí me gustan, los que son capaces de decirte que tienen ganas de follarte, y hacerlo, de los que no tienen prejuicios con el sexo, o por lo menos no muchos (más que yo), y de los que son tremendamente liberales, como a mí me gusta.

Además me ha estado contando lo de su historia con Otratía, parece ser que se liaron un par de veces, y ella quería más, y él no, y justo aparecí yo, con lo que ella ahora está a veces algo mal, parece ser que cuando se marchó ayer algo pronto era por eso, porque se sentía incómoda. Y por eso no nos solemos liar por allí, y aunque por una parte me jode jugar al escondite, por otra lo comprendo, a mí Otratía me cae genial, es muy buena amiga de él, y no me apetece que haya malos rollos, y como de momento parece que estamos más o menos bien los tres quiero que esto se mantenga. Aunque igual él me ha contado esto y no es verdad, o es sólo su verdad, pero esto explica por qué la amiga de Otratía que me contó que se habían liado, decía que Greve no era de fiar, algo que si en su momento no me lo creí, ahora menos.

Así que me levanté esta mañana radiante, supercontenta, y además hacía un sol estupendo, de estos días que te planteas que la vida te sonríe, pero... se levantó Chulo, y me encontró comiendo, y me contó que había ligado al final, cuando yo me había ido, y que tenía compañía... en su habitación estaba durmiendo Zaza!! Joder, me fastidió mi mañana, y eso que cuando ella salió vino a hablar conmigo y me volví a fijar en ella y a olvidarme de todo lo demás, pero luego... no he sido capaz de quitarme el mal sabor de boca, para una tía que me gusta, de verdad... Pero me estoy intentando concentrar en mi maravillosa sesión de sexo, igual lo consigo y me realegro el día. Además sigo pensando que algún día me voy a liar con ella, la alegría que me da tener estas superdosis de seguridad en mí misma de vez en cuando.

el amor y yo: etapas 1 y 2

A mí me hicieron bastante daño las historias de amor de la televisión, yo de pequeña era muy romántica, creí en las medias naranjas, en el amor para toda la vida, y tenía además una idea un tanto machista, como de hombre seductor, y al ataque y mujer receptiva. Hombre que desea sexo, y mujer que sólo quiere hacer el amor, cualquier otra cosa es sucia.

Cuando me enamoré por segunda vez, de Vampiro, yo tenía 13 años, no era consciente de haber estado enamorada antes de mi amiga, y para mí eso era nuevo, porque me gustaba un chico con el que me podría besar. No pasó nada, él se fue de mi ciudad y me pasé un año llorando a todas horas, varias veces al día, no pasaba un día en que yo no llorase.

Estaba enamorada, de verdad, pero nadie se creía ni mi dolor ni mi amor, al fin y al cabo yo era una niña pequeña, y esas cosas se pasan. Sólo tuve una amiga que me apoyase y que se creyese por lo que yo estaba pasando. Además me coincidió con una temporada de problemas con mi grupo de amigos, y fue el momento en que me empecé a sentir incomprendida por mis padres y me alejé mucho de ellos.

Después de llevar un año llorando, y planteándome el amor, el desamor y cagándome en mi mala suerte, un día fui consciente de que prefería sentir lo que había sentido que no descubrirlo nunca, que me había costado mucho superarlo, de hecho en ese momento no estaba superado, pero que estaría orgullosa de mis heridas, y de haber sentido todo eso. Empecé darme cuenta de que algún día no tenía ganas de llorar, pero el día que las tenía lloraba durante horas.

Poco tiempo después decidí que vale, pero que a partir de ese momento no me iba a hacer daño nadie. Me volví fría y calculadora, decidí que yo hacía lo que me daba la gana con mi vida y mi moral, y me empecé a enrollar con un montón de tíos (tampoco fueron tantos). Yo sabía lo que había, y tenía el control, sabía jugar con las sonrisas, y con lo que buscaba cada uno. Ligué mucho, me enrollé con unos cuantos, y el sabor de los besos era mi droga, vivía para el fin de semana, para salir, bailar con mis amigas, reírme, y si me liaba con alguno mejor. Yo nunca bebí ni fumé, no me hacía falta, siempre me ha parecido que el sexo es la mejor droga, la que te hace olvidar todo, pese que a lo mío no se le pudiese llamar aún sexo.

Hice muy buenos amigos, y además me lo pasé muy bien. Pero llegó el verano y me enrollé con un tío, Drácula, que me encantaba, que se parecía a Vampiro, me gustaba, y, casualidades de la vida, se volvió a ir de la ciudad, exactamente en la misma fecha en la que se había ido Vampiro. Me volví a replantear todo lo que estaba viviendo, mi nueva idea del amor, siempre he sabido que el amor existe, pero lo que queria saber era si tenía fin.

Él se fue y yo seguí ligando, moviéndome por y para el fin de semana, pero me empezaron a saber a poco esos besos sin sentimientos, y me empecé a sentir culpable, algo que no me había pasado en todo ese año de fiesta (de lo que no era fiesta no recuerdo nada, no existió). Me lié con un tío por el que no sentía nada, mi rollo Choco quería salir conmigo, pero yo no estaba segura, y ahí sí que empezó lo peor, la 3ª etapa...

sensaciones electrizantes

Escuchando "mad about you"

Creo que la única sensación realmente erótica y electrizante, dejando aparte al sexo, por supuesto, es la música. Y este sábado la volví a sentir, después de mucho tiempo sin ella, porque en este país ponen mucha música española mala. Fui a un sitio donde había música electrónica, donde me pusieron una versión de Scissors Sisters, donde se me pusieron los pelos de punta al escuchar la música, donde la sentía dentro de mí, creciendo cada vez más, y cerraba los ojos para sentirla mejor, y me movía sin querer, empezando a bailar...

Además había una pareja liándose al lado mío, ella sentada sobre él, moviéndose lenta y rítmicamente, y me dieron envidia, mucha, porque hace mucho tiempo que no siento un deseo así. Por que normalmente el sexo que tengo, aunque no sea malo, tampoco es de este que sabes que no vas a poder olvidar. Es del sexo con el que te vas lo más rápidamente posible a tu casa, en el que te quitas la ropa rápido pero sin demasiada urgencia, en el que sabes que estás excitada y follas, en el que el fin primero y último es el orgasmo. No tiene nada que ver con el sexo en el que vas apurando todas las fases, todos los sentimientos. Pasando desde el deseo inicial hasta la sensualidad, que se transforma en erotismo, para culminar con mil sensaciones que, ahora sí, se funden en un orgasmo. Tengo ganas de experimentar todas las cosas electrizantes y rejuvenecedoras de la vida, y sobre todo quiero esa, el erotismo, y tenía envidia, tengo ganas de vivir a tope.

Además estuvo con nosotros Zaza, la chica que me está volviendo loca. Porque después de hablar con ella hace unos días, me enteré de que no entiende (de momento ;)) , y ella se enteró de que yo sí. Se lo tomó bien (por supuesto) y aquí seguimos, quedando de vez en cuando, pasándolo bien, acercándonos poco a poco, y creo que ella sigue jugando conmigo. Y me está poniendo nerviosa, otra sensación electrizante más.

Y ayer, que volvió a venir con nosotros, y estuvo supercariñosa todo el día, tuve una revelación. Fuimos a ver Silent Hill, peli mala donde las haya, pero desde el principio tuve la intuición que una de las protagonistas era lesbiana, y le molaba la otra protagonista, y me sentí en la fase de "todo el mundo es lesbiana, pero sólo lo notas tú", una fase por las que todas las lesbianas hemos pasado, en la que todo lo identificas deacuerdo a eso. Y luego, tras explicarnos la peli los unos a los otros, porque era una mierda y no tenía argumento ni sentido, y cada uno había entendido una cosa, yo dije eso, y ella me dijo que sí, que ella también pensó eso. Así que entiende, tiene que entender...

feminidad vs masculinidad, costumbres... y noche de charla y sexo

Al final quedamos la otra noche, y él me explicó que quería quedar para hablar conmigo porque era la primera vez que se acostaba con alguien a quien casi no conocía, y que se quedaba más tranquilo hablando y viéndonos que si la siguiente vez que nos encontrásemos era en un bar, 15 días después. Pero no me dijo nada más de lo que él quería que pasase o no, así que me tocó lanzarme a mí, que le dije que yo no quería nada serio, porque no creía que fuese una buena situación para ninguno de los dos, pero que no me importaría repetir, algo a lo que él asintió. Le pregunté por si acaso si él no quería nada más y me dijo que no, que por él podía pasar algo más. Y yo le dije que a mí me gustaba, que no le conocía de mucho, pero que me gustaba. Seguimos hablando toda la noche, y cuando íbamos para casa nos liamos, mejor dicho, le besé, y el correspondió a mi beso, así que la noche acabó de nuevo en su casa, cogiendo los dos el autobús juntos a la mañana siguiente.

Mi conclusión es que él no quiere nada serio, en lo que estamos de acuerdo, y que él quería que hablásemos un poco, puesto que casi no habíamos hablado nunca a solas, siempre dentro de algún grupo de gente. Me lo pasé muy bien esa noche, estuvo genial el rato que estuvimos hablando, porque la verdad es que a mí me apetece conocerle mejor, y ayer me lo encontré como mil veces por la universidad y varias por la noche, que la pasó casi toda con la Otratía, que estaba algo tristona (no sé porqué, pero podría pensar mal e imaginarme algo)

De toda esta historia me hace gracia ser yo la que me lance, me hace gracia ser yo la que le invite a dormir, aunque siempre acabe yo en su casa, me hace gracia ser yo la que llame a las cosas por su nombre, pero es que no estoy dispuesta a irme a la cama pensando porqué no me besó o porqué dijo eso de tal manera. Si quiero besarle yo también sé hacerlo, y si quiero decir lo que pienso lo digo. Estoy harta de ponerme límites absurdos, y esperar que hagan las cosas por mí. A esto también me refiero con lo de la masculinidad y la feminidad, sé que en este caso mucha gente me haría la broma de que soy yo el tío de la relación pero, ¿por lanzarme soy menos mujer? ¿por no atreverse a lanzarse él, es menos hombre?

Estoy harta de pensar que un tío se te tiene que lanzar siempre, porque lo único que buscan los tíos es sexo, y luego, cuando por lo que sea no se te lance (y tú, por supuesto, en tu papel de niña buena, tampoco lo hagas) te quedes toda la noche traumatizada pensando que no le gustas, porque "ni siquiera" se quiere acostar contigo. No, no y no, yo soy la dueña de mi vida, yo sé lo que quiero y lo hago, y no me pienso dejar llevar por normas antiguas y absurdas, y mucho menos macharcarme por no obedecerlas.

más de malos

Esta vez el que es malo es Greve. Me he enterado (me ha confesado una amiga de él y de Otratía) que se ha liado con Otratía de aquí, pero nadie me dice si hace poco o hace mucho. Y la chica que me lo cuenta me lo dice en plan "es un secreto, no lo sabe nadie, no digas que te lo he dicho yo, pero sí que han estado juntos, pero tú no te sientas mal, porque no tienes la culpa, si no lo sabías"

Claro que no tengo la culpa, si ellos se lían a escondidas, y no quieren que nadie se entere, y yo no me entero ¿qué culpa tengo? Si además yo estuve con él, toda la noche tonteando, en un bar en el que había un montón de gente, sin escondernos ni un pelo, y con Otratía delante, y hablando con ella y todo, ¿por qué debería retirarme del juegoo sentirme mal por no haberlo hecho?

Pero la siguiente parte de su frase es: "a mí me parece que Greve no es mucho de fiar, sí, mucho cariño por aquí y por allá, porque es muy cariñoso, pero no es de fiar, aunque bueno, igual tú, como eres, opinas otra cosa"

Por supuesto, pregunté a qué se refería con lo de que no era de fiar, y por qué yo soy como soy; su explicación: "no quiere nada serio, así que no te hagas muchas ilusiones, aunque tú, como eres a lo mejor te parece bien" Pero una persona que no quiere nada serio, y que te lo dice, y que no te engaña, ¿por qué no va a ser de fiar?  Y yo ¿tan rara soy? ¿eso es algo que me debería de parecer mal y sentirme engañada? El gran misterio de mi vida (y de Cora, a la que le copio la gran frase ;)) ¿de verdad las mujeres siempre buscamos una relación estable pero a mí me ha venido un cromosoma X defectuoso?

Mi explicación es que él no quiere nada serio, entre otras cosas porque hablando de nuestra vida me contó que lo había dejado hace poco con una chica con la que estuvo mucho tiempo, que lo dejaron por la distancia, y que tenía que reconocer que ella le seguía gustando algo. A mí, una persona que es capaz de reconocerme eso, en la primera noche que me lío con él no me parece que no sea de fiar, sino que de primeras te dice lo que hay, y además hay que echarle narices para contarle a tu rollo de esa noche que te sigue gustando todavía algo tu ex, cuando podrías ignorar el tema y que yo creyese lo que me diese la gana, sin que él se sintiese culpable. De lo que sí que yo desconfiaría es de alguien que me dijese que llevaba con su novia mil años pero que siempre estuvieron mal, y la ponga a parir, y luego me diga lo mucho que le gusto yo, sin apenas conocerme. Pero debo de tener unas ideas muy raras.

Nota: he quedado con Greve mañana, dice que quiere hablar de lo que pasó, porque deberíamos hablarlo, aunque no sabe qué decir (ni yo tampoco), así que puede ser una conversación, cuanto menos, curiosa, prometo intentar contarla.

mujer mala

Aquí somos muchas más chicas que chicos (se ve que a ellos les da más pereza salir de casa, o de España), y como somos muchos españoles salimos en grupos bastante grandes, en los que sueles conocer a mucha gente y normalmente al resto de vista. Pues en un grupo cercano al mío hay una chica que es algo falsa, y antes estaba en el mismo grupo que el mío, pero ahora ya le ha hecho putadas a mucha gente, y ha criticado a otra tanta, y está en otro grupo. Y a veces me siento incómoda, porque se ponen en mi grupo a criticarla y no me apetece que la conversación gire en torno a ella, y que conste que a mí me cae mal, de hecho es la única persona que me cae mal de verdad de todo el mundo con el que tengo relación aquí, y algunas veces acabo cayendo en la tentación de criticarla, pero es que no quiero, prefiero que en mis conversaciones no aparezca, a mí su vida me suele dar igual.

El mayor problema de esta chica es que, tío que hay a la redonda, con el que se haya liado alguna del resto de españolas, tío que le empieza a gustar a ella, pero por supuesto siempre te va a venir antes de consumar los hechos con carita de pena a preguntarte si de verdad te da igual que se lie con él, pero es que ella no quiere que te enfades, pero que a él le molaba ella, pero si de verdad no te importa... Todo esto con mucha cara de pena, o medio llorando, acariciándote y recordándote lo mucho que le importa tu amistad... De hecho, los únicos chicos con los que ha estado era porque le molaban a otra "al mismo tiempo" que a ella.

Y es que a mí me pasa una cosa muy rara, yo es la que menos mala intención le veo a esta chavala, me parece que simplemente se aburre, y no sabe quién le gusta y se tiene que fiar del gusto ajeno, pero por otro lado yo soy la primera que la calé, el resto estaban engañadísimas pensando que era un encanto, y al final no sé si la inocente soy yo, por no querer pensar mal de ella, o el resto, que sólo se fijaron en su primera imagen.

Bueno, en fin, que ayer, cuando salí, fui yo la primera en mencionarla en la conversación, y es que era algo relativamente jugoso. Cuando estuve el viernes con este chico, al poco de empezarnos a liar, estábamos con más gente, y me di la vuelta para contarle algo a una amiga mía, y en unos 5 segundos, que tardé en dirigir mi mirada hacia él, descubrí que tenía a Mujer_mala hablándole, con lo que mi amiga y yo nos partimos de risa, que ya la conocemos, y algo parecido volvió a pasar unos 15 minutos después, que volvió a venir a hablar con él justo en un momento en que me separé de el medio metro. Y además apostaría, que no se han hablado en toda su vida, porque por lo que yo sé, son de grupos completamente diferentes, y que no se suelen conocer entre sí. Pero me estoy entrenando, porque estoy esperando que me venga a preguntar si me importa que se lie con él, y ya tengo la respuesta preparada:

Mujer_mala: hola, qué tal todo? (con cara de falsa rematada) ¿todo bien? mira... es que... quería hablar contigo, es que te quería preguntar una cosa muy importante... es que me gusta Greve, y quería saber si te molestaría que me liase con él, porque bueno, estábamos casi, y quiero que tú me digas lo que opinas, no quiero hacerlo sin que lo sepas (poniendo carita de niña buena y triste)

Yo- pero, (con más cara de tontita buena) de verdad quieres que te lo diga, no... haz lo que veas...

Mujer_mala- no, sí, dímelo, (cogiéndome y acariciándome la mano) porque no quiero que te enfades conmigo

Yo- pues, sí, (carita de tímida), la verdad es que si te liases con él... me daría un poco de pena... porque... con todas las chicas que somos, que se tenga que liar precisamente contigo, que sólo te vas a liar con él porque me he liado yo antes, pues, la verdad, me daría mucha pena por él.

Y me encantaría estallar después en una carcajada sublime, como las mujeres fatales y malas de las películas, para darme la vuelta, al fin y al cabo que Greve se líe con quien quiera no es asunto mío, aunque supongo que podría escoger mejor, y yo seguiría riéndome un rato. Pero me da que no va a pasar, que no me va a venir a decir nada, que hace unos cuantos meses que nos tenemos caladas mutuamente. Pero si pasa lo contaré con pelos y señales, lo prometo.

viernes noche

Salí con ganas de comerme el mundo, y en su defecto, a alguien, pero al poco de salir, como a la 1, cuando se cambiaban de bar, dije que me iba porque estaba cansada, y mientras me despedía de una amiga que me quería convencer de que me quedase, vi a un grupo de gente entre los que estaba Greve, y le dije a mi amiga que sólo me quedaría si él me convencía, con lo que ella flipó porque no sabía que Greve me gustaba, y yo un poco también, porque aunque me había fijado en él al poco de que él llegase aquí, nunca le había dado mucha importancia, al fin y al cabo yo estaba bien con mi novio. Pero el caso es que el chico me molaba algo y siempre me había parecido notar cierto feeling, pero nunca me había planteado nada más, hasta el viernes. Yéndome hacia casa me los crucé y nos pusimos a hablar y, menos mal, me convenció de que me quedase.

Fue pasando la noche y yo intentaba hablar con él todo lo posible, pero era un poco difícil porque éramos un grupo de unas 30 personas. Más o menos me las fui apañando y cuando nos cambiamos de bar él se vino también, y aquí empezó el ataque, bailando (sí, lo confieso, soy demasiado tímida para empezar más fuerte). Seguimos un rato así, y parecía que él me seguía el rollo, pero si yo me quedaba mirándole, en el momento decisivo, siempre apartaba la vista, y me empecé a poner algo nerviosa, pero al cabo de un rato y unas cuantas cervezas a medias, y un mordisco que le di en el cuello (siempre he tenido instintos vampíricos, lo sé, desde que me mordieron por primera vez y me encantó), terminamos liándonos.

Y sí, esto va a ser un artículo así de banal y defendiendo las virtudes del sexo de una noche, de los rollos esporádicos, y del subidón que conllevan, porque ayer estuve todo el día radiante, y hoy sigo con un montón de energía que espero que me dure.

Además, es la primera vez que me lanzo con un chico, porque aunque no lo pongo difícil prefiero el "ataque recíproco", donde nunca sabes quien ha sido. Pero me temo que ayer no fue así, me temo que interpreté a mi gusto sus invitaciones a quedarme y su forma de estar cariñoso, aunque no teníamos mucha confianza, porque me acabó costando lo mío y creyéndo que él pasaba de mí. O no sé, pero me da igual, porque me lo propuse, me lancé y lo conseguí. Y estoy orgullosísima.

Y fue una noche llena de besos, que me hacían falta, porque teniendo en cuenta que desde hace casi un año que no me lio con nadie, que no juego al juego de la seducción, y que con Voler (mi ex, ahora le voy a llamar así) nunca nos besábamos, pues ya los iba necesitando.

He llegado a la conclusión que los rollos de una noche, con sexo, sólo me gustan si se dan alguna de las 3 opciones siguientes, o el sexo es realmente una pasada, o es super sensual, o en su defecto, y dependiendo de mi estado de ánimo, me gusta mucho también si es cariñoso, si te hace darte cuenta de lo bien que se está cuando alguien te trata con cariño. Lo que más me gustaría es que se diesen las 3 cosas a la vez, pero no me ha pasado nunca, así que tengo que seguir buscando, lo único que sé es que si sólo se da la primera, la de que el sexo sea brutal, no le veo mucho futuro a eso, pero si son el resto, sin que el sexo sea malísimo, que alguna vez se ha dado el caso, sí que eso tiene un futuro prometedor. Esta vez no sé si será para tanto, yo de momento me lo pasé bien y no me importaría repetir, pero no tengo ninguna intención de forzar las cosas, ni de complicarme la vida saliendo con nadie, así que ya veremos qué pasa.

El sábado tuve hasta desayuno en la cama, pero por supuesto que eso no fue lo mejor, lo mejor son todas las cosas que llevaba mucho tiempo echando de menos, y es que está genial que alguien te bese, te abrace mientras te duermes, y te acaricie mientras te habla. Me quedo con eso.

una historia de amor 2

Un rato más tarde coincidieron en la barra, se pusieron a charlar, sin darse dos besos, como por casualidad, y como si no se conociesen de nada, se preguntaron qué estaban haciendo, a qué se dedicaban, cuidando de no añadir en ningún momento “en todo este tiempo.” Ella trabajaba al mismo tiempo que se sacaba otra carrera que le estaba encantando. Él seguía en la misma empresa en la que se había hecho, ya 10 años atrás, adulto.

 

La situación se hizo interesante, de repente eran dos desconocidos, que se habían sentido atraídos, se habían estado comiendo con los ojos y era el momento de pasar a la acción, con menos gracia que aquella primera vez, con más seducción, puesto que no iban tan borrachos, pero con menos inocencia. Ella sintió que estaba sexualmente muy excitada, pero no sabía explicar por qué, para variar. Como aquella vez, se habían dado sólo un par de besos y se habían apartado al rincón oscuro del bar, y seguían charlando, y mirándose con deseo, pero dándose algún beso de vez en cuando. A ella le supo a recato, pero en realidad ya sabía que a él ya no le gustaban los besos, desde que pasó su adolescencia, le había explicado alguna vez que ella se lo preguntó. Por todo eso, ella quería acostarse con él, pero no quería acostarse con su ex. Y él no quería acostarse con ella, pero sabía que no se iba a poder resistir, y que, de hecho, haría todo lo posible para que eso pasase.

 

Los clientes del bar, uno a uno, se fueron marchando, y ellos decidieron que se iban juntos. -A mi casa no, que están aquí unos amigos y no es plan-, mintió, -mejor a la tuya-. No quería repetirlo, no quería que él volviese a pasar por su vida. Él aceptó, -y así te la enseño, que nunca la has conocido-, rompió las reglas de no hablar de lo de antes. Ella hizo como que no lo oía y le dijo que no buscase un taxi, que esta vez era ella la que le iba a llevar en su coche, rompiéndolas de nuevo.

 

A ella le gustó su casa, había conseguido la que quería y había estado tanto tiempo buscando, un pequeño apartamento, algo abuhardillado, en el centro. Empezaron en el sofá, tomándose una copa, que acabaron en la cama, donde él la llevó después que ella comenzase a darle un beso que él no supo terminar. Y ella se dio cuenta de que ya no recordaba lo que había sentido esa primera noche, sí que sabe que se lo pasó bien, que estuvo entre excitada, nerviosa, feliz, y sorprendida, toda la noche, pero no consigue recordar momentos fugaces. Piensa que va a tener que escribir lo que ha sentido esta noche, y después, sólo después, releer lo que escribió la noche siguiente, después de que él se fuera. Pero sabe que no lo va a hacer, sabe que si lo hace lo de esta noche le va a saber a vacío, después de haber vivido la otra, que fue intensa aunque ahora no pueda recordarla. Y esta vez las frases de me voy a tener que ir no se transforman un minuto después en tengo ganas de follarte, ésta vez es ella quien pronuncia la primera, y nadie la segunda, aunque los dos la piensen, la intuyan, y en el fondo la deseen. Él para convencerse de que así tuvo que ser la primera vez también, pese a que la memoria le obligue a recordarla mejor. Ella para demostrarse que quedándose un rato más les tendría que salir mejor, que no puede ser todo tan insípido como está sucediendo.

 

Pero nadie dice nada, y ella, finalmente fiel a su palabra, se levanta y se va. Pero en el momento de la despedida el dice con la voz tímida, que nunca más había vuelto a escuchar, desde esa primera vez, esa misma pregunta: -¿me das tu número de teléfono?- y ella no se atreve a contestarle esta vez a eso, simplemente agacha la cabeza y sale.

 

Él no entiende que ha salido mal esta vez, cuando hace ya 3 años ella sí que se lo dio. Él no sabe porqué ella no quiere continuar esa historia, en la que estaban bien, o por lo menos, en la que nunca estuvieron mal.

 

Ella no entiende qué salió bien la primera para que estuviesen un año juntos, sin que a ella le gustasen sus besos, qué hubo tan bueno, que compensase el sentimiento de que le faltaba su saliva. Cómo se puede vivir sin eso, sin disgustos, pero sin grandes emociones. Y se va, dejando atrás una etapa de su vida. Sabe que no va a escribir nada este día, igual que sabe que va a volver a leer lo que escribió entonces, para poder llorar a gusto y para poder ya olvidarlo para siempre.

 

una historia de amor 1

Hacía 2 años que no se habían visto, pero de todas formas le contaron que no pensaba ir a esa fiesta, así que, como este año no tenía la excusa tan buena del año anterior (habían celebrado el cumpleaños en el fin de semana del día del padre y ella había ido a ver a los suyos) se decidió a pasarse por allí y seguro que, entre tanto conocido, se lo pasaría bien. De todas formas si se sentía incómoda por los amigos de él siempre podía volverse para casa en su coche en cualquier minuto, no tenía intención de beber y lo iba a llevar.

 

Antes de ir su amiga ya la había puesto en antecedentes, este año por primera vez, pese a que siempre había dicho eso de primeras, lo iba a cumplir, no iba a celebrar esa fiesta con ellos, ni con nadie, no iba a celebrar nada, estaba cada vez más retraído, mucho más que cuando tú le conociste, y no quiere ni salir, ni ver a nadie, así que si te quieres venir, es en el bar de siempre y lo pasaremos bien, al fin y al cabo él nunca habló mal de ti, por otra parte nunca tuvo porqué, puede que ni bien tampoco, no hablaba mucho, y sus amigos te siguen teniendo aprecio, como entonces.

 

ella se arregló como la primera vez que fue allí, entera vestida de negro, pero con un toque de naranja, con los ojos pintadísimos, es decir, con una raya negra, eso para ella era bastante, y el pelo algo cardado. Tenía cierta pinta de mujer fatal y sobre todo de fuerte, y si aquella vez, en que le conoció, le vino bien, ésta puede que lo fuese a necesitar, al fin y al cabo ella iba por sus amigos y que la situación le recordase a la anterior le hacía cierta gracia, pero se tenía que impostar de mujer fatal para creerse sus fuerzas. A ver qué se encontraba.

 

Llegó allí sola, como las dos anteriores veces, pero sin la inseguridad de la primera vez, en que no conocía el sitio y según entró a nadie, y sin la tranquilidad de la segunda, en que sabía lo que se iba a encontrar, a su chico y a varios amigos y muchos conocidos. Aparcó enfrente y entró decidida a saludar a su amiga, con la que estuvo hablando un ratillo y contándose las últimas novedades. Luego fue a felicitar a Fulanito y estuvo un rato charlando con él, mientras fueron llegando el resto de sus amigas, y estando en la barra con ellas, dominando el bar desde la tarima, pidiendo algo, ella sólo una cerveza, lo vio llegar, tan parecido a su prototipo de chico perfecto como la primera vez, se había vuelto a dejar el pelo largo. Él entró al bar cortado, sin conocer a nadie de los de la entrada, y la vio de pie, mirándole desde lo alto, no se acercó, fue primero a saludar a sus amigos, luego a felicitar a Fulanito, y ella siguió bebiendo y charlando, pero se dirigían, como aquella primera vez, miradas, como para encantarse, para dominarse, para enamorarse.

 

orgullo 0 - sentimientos 1

Hoy he estado llorando, un poquito, mientras escribía algo sobre mi ex, y pensaba en lo que había escrito cuando lo conocí, hace ya un tiempo. Me había acostado a dormir una mini siesta y en la duermevela mis pensamientos se fueron hacia él, así que en él estuve pensando todo el rato, y me levanté triste, acordándome de lo bien que estábamos, y luego de los problemas que siempre hubo, menos al poco de irme yo de allí, que estábamos absolutamente genial, hasta que volvimos a estar regular, y luego mal... y luego nada.

Antes no me habría dejado llorar por un tío, pero fue después de pasarme un año llorando por uno, y tampoco me dejaba pillarme, y me controlaba en todo lo que sentía, que no fuese nunca demasiado. Así que llorar no lloraba, pero feliz, feliz tampoco solía ser.

Y hoy sé que cuando siendo, siento, y sólo de pensar en ello y de saber reconocer lo que me pasa, y de atreverme a contárselo a esa persona y al resto de la gente, soy más feliz. Igual que soy menos triste cuando sé porqué estoy mal y puedo contarlo y que alguien me dé un consejo.

Pues me da pena que la relación se acabase, como siempre, si no me la diese, lo que me daría sería miedo de haber sido capaz de estar con alguien que no me decía nada. Aun así sé que se acabó por unos motivos, pero empiezo a ver que mi memoria, que me defiende, y me esconde todo lo que no me gusta, para guardar los mejores recuerdos y sobrevivir más a gusto, me está empezando a jugar malas pasadas y no soy capaz de encontrar los sentimientos que tuve hace 15 días cuando se fue de mi casa llevándose mi dinero y mis cosas, ni los que tenía hace dos meses cuando estábamos mal. Sólo me acuerdo de cuando empezamos y de lo bien que estábamos en el verano.

lo que hace el alcohol...

Este sábado, en una noche de borrachera loca, le he estado contando a una amiga, con la que no hablo a solas muy a menudo, que soy bisexual, y me ha hecho gracia, porque su reacción ha sido la de las preguntas, y que conste que prefiero esta reacción a la de quedárseme mirando con cara rara, o sorprendida, pero es que una de las preguntas que le dió por hacerme, y que también me hizo esa misma noche su compañera de piso, es ¿tú crees que yo soy bisexual como tú? Y YO QUÉ SËEEE! Si no lo sabes tú yo no te puedo decir nada.

Eso de que porque sea bisexual ya sepa cuando todo el mundo lo es, pues estaría genial, así ligaría más, que con las chicas me cuesta mucho. Pero que me llegue alguien a preguntarme qué es él... Hombre, yo tengo la teoría de que casi todo el mundo es bisexual, creo en la escala Kinsey, y puestos a no negarlo, asumirlo cuanto antes y no enterarte más tarde. Pero es que yo no debería decirle a nadie qué es.

Y está claro que yo también he tenido alguna temporada de dudillas, de intentar plantearme qué era, y me hubiese encantado que alguien me dijese qué era lo que me pasaba, pero es que creo que lo mejor es identificar tú mismo tus sentimientos y actuar en consecuencia, sin comerte la cabeza intentando buscarle a todo una explicación, por que hay cosas que no la tienen y nadie te la va a dar.

Pero también sé que aunque yo crea que casi todo el mundo es bisexual no es así, hay gente homosexual y gente hetero, hay gente que no lo quiere ni probar porque sabe que no le atrae, y hay gente que prueba pero decide que lo que le gusta son los tíos. Así que creo que mis amigas no lo son, simplemente son abiertas y lo de que les guste una chica es algo que se han planteado sin más.

Aunque mirándolo por el lado bueno, voy a intentar llevármelas a algún bar de ambiente o a las actividades de la asociación de gays y lesbianas de aquí, que desde hace un tiempo que miré la información por internet y hacen fiestas y sesiones de cine, y hace tiempo que quiero ir, pero siempre lo voy aplazando, así que a ver si me paso ya por allí, y mejor acompañada, que me dará menos palo.

la feminidad

A raíz de una conversación (como casi siempre) me he estado planteando qué es lo que se entiende por ser femenina o masculina, y la verdad es que no lo tengo nada claro, porque para mí todas las mujeres son femeninas y todos los hombres masculinos, porque la definición de masculino y femenino es ésa.

Pero parece ser que no, que hay mujeres masculinas y hombres femeninos, y yo de pequeña siempre pensé que era poco femenina, porque eran lo que me decían, pero por motivos que ahora me parecen absurdos, y hoy por hoy no me considero masculina, pero nunca se sabe...

Lo que me decían de pequeña era siempre en plan insulto, tipo "qué poco femenina eres" , o más a menudo "qué marimacho", cuando no me quería poner faldas, porque me resultaban incómodas para jugar, o cuando quería jugar al fútbol y subirme a los árboles, o cuando si un chico me pegaba yo le pegaba a él, y no me iba a llorar y a chivarme, aunque a lo mejor alguna vez sí, si era él más fuerte que yo, jeje, lo cual no era tan a menudo porque era una de las personas más fuertes de mi clase ¿eso es ser masculina? y entonces ¿ahora que sí que no tengo nada de fuerza soy ya femenina por ello? Me parece un poco absurdo. Supongo que una chica por jugar al fútbol no deja de ser femenina, ni por saber subirse a los árboles ni por ser fuerte físicamente.

Y a ésas características físicas también le asocié otras de carácter, como el decir tacos es poco femenino, el mostrar rabia o enfado, en vez de llorar, o simplemente no ser calladita y una niña buena, obediente y tranquila (y sumisa).

Entonces igual tengo una idea deformada de la feminidad, como dicen mis amigas, porque sólo le asocio cosas malas, me he quedado con las ideas del franquismo de mis padres, cuando hay un montón de buenas, como el ser sensible, y empáticas, y ser coquetas y presumidas. Voy a empezar por lo último: ¿ser coqueta es ser femenina? Eso para mí es todavía peor que que no me tenga que gustar subirme a los árboles, considero que el ser coqueta es muchas veces una pérdida de tiempo que se podría dedicar a cosas más utiles, y que eso sí que está atrasado, hoy hay muchos chicos presumidos, y no tienen porqué ser femeninos.

Pero lo de ser sensible... ¿qué es ser una persona sensible? Creo que todo el mundo lo es, todo el mundo siente, aunque haya gente que se tome las cosas mejor o peor, aunque haya gente que exprese o no sus sentimientos. Ser sensible es tener sentimientos (que los tengo), es saber expresarlos (que normalmente sé), ¿o es ser suave de carácter, emocionalmente poco estable, y susceptible en toda conversación, tipo qué poco me quieres, porqué me haces esto? No tengo nada claras estas cosas, y sobre los chicos sensibles hemos estado hablando hace poco, así que dejo el post de Cora, con el que estoy totalmente de acuerdo http://nadieesperfecto.bitacoras.com/archivos/2006/03/25/sensibles-o-susceptibles#comentarios

Lo de ser más empáticas si que me parece que lo somos más las chicas, pero me parece que es por cuestión de educación sobre todo, porque nos han educado para estar más pendientes de los demás y a los chicos para ser más independientes, pero está bien preocuparse de los demás y saber ser independiente a pesar de eso. Así que no tengo muy claras las cosas y me gustaría que me dijeseis qué entendéis por características femeninas y masculinas.

Si tengo el pelo corto, aunque antes lo tuviese muy largo y me lo vuelva a dejar algún día, porque me cambio muy a menudo el pelo, si suelo ir con vaqueros y camisetas, aunque algún día me ponga faldas, si no me suelo pintar ni me preocupo demasiado de mi aspecto, si soy independiente pero me preocupo de los demás y trato de saber qué sienten, si soy sensible y sé decir lo que siento, pero no hago chantaje emocional ni lloro a menudo ¿soy femenina?

últimamente

Últimamente estoy algo agobiada, y un poco triste, para qué nos vamos a engañar. Con todo esto de mis padres, que me tienen algo a la defensiva, con lo de mi ex, y con los estudios, que no hay quien me haga sentarme a estudiar, sino que me paso el día mirando a las musarañas...

Estoy también un poco triste porque me parece que todo el mundo parece que cuando le dices que lo has dejado con el novio ya te están buscando un suplente, que todo el mundo me está diciendo que a aprovechar, que si hay muchos tíos por ahí, que si que tal con uno de mi clase que yo decía que era mono... pero es que yo no estoy buscando a ningún otro, lo dejamos porque estábamos mal, pero no necesito tener un tio al lado siempre, y me da la sensación una vez más de sentirme incomprendida.

Luego por otro lado es cierto que me gusta alguien, al fin y al cabo para mí es normal, soy una persona hypersexual, me atrae sexualemente muchísima gente, lo raro es, si acaso, que cuando estaba con mi novio no me atraía nadie. Pero tampoco necesito alguien para quitarme el mal sabor de boca.

El mayor problema es que es una chica, me vuelve loca desde hace tiempo, aunque casi no la veo, y me da la sensación de que ella lo sabe, y creo que entiende, porque no hago más que ver sonrisas, miradas, cómo se acerca a mí, hasta distancias milimétricas, cómo me propone planes, pero no me atrevo a lanzarme, no me atrevo porque me da miedo que ella no sienta nada y piense que me estoy aprovechando de que somos amigas para lanzarme sobre ella. Y es que nunca me he lanzado con ninguna tía, porque casi todas eran amigas mías y no me atrevía, y hasta que no han sido descaradísimas conmigo no he sido capaz de darme cuenta que ellas querían y de lanzarme.

Así que ahora me paso muchoo tiempo pensando en ella, pero no puedo contarle nada a nadie, voy a explotar. Sólo saben que me mola unos de mis compañeros de piso, porque fui yo quien se la presentó, y les moló a ellos y les dije que no me hiciesen eso, que me molaba a mí. Fue así cómo se enteraron de que yo era bisexual, y a uno todavía lo tengo traumatizado.

Así que no me atrevo a decírselo a mis amigas, por esa mierda de teoría que alguien puede ser homosexual, mientras no se le vea que le molas tú o otra amiga, así que un poco más triste de lo que ya estaría sin esto. Mierda de heterocentrismo y homofobia, estoy un poco harta de todo.